¿Limpiamos las brochas?

Limpiar las brochas es una parte importantísima del mantenimiento y cuidado de nuestras brochas y pinceles de maquillaje. El pelo de la brocha está en contacto con nuestra piel y con el propio maquillaje y esto hace que sean focos potenciales de bacterias, suciedad y demás "cosas indeseables". Si no mantenemos una higiene regular, es posible que nos salgan granitos, rojeces, conjuntivitis y demás, así que... ¡tenemos que limpiar las brochas! Además ahora el mercado nos ofrece muchos productos específicos para limpiarlo, como los champús para brochas de E.l.f. (el normal y el de uso diario, ambos muy asequibles), o el limpiador de MAC. Muchas otras marcas comercializan otros limpiadores para brochas, pero tenemos otras maneras de limpiar los pinceles con productos que tenemos muy a mano...



Pues sí, ¡el Mistol o el Fairy! Bueno, o cualquier otro detergente del que utilizamos para lavar los platos. Limpia, desinfecta y desengrasa, y estad tranquilos, es un truco muy extendido en el mundo del maquillaje y no estropea las brochas. Al contrario, las deja suaves y limpias, como nuevas. Es una auténtica maravilla. Eso sí, debéis aclararlas MUY BIEN para que no queden restos de detergente en los pelos... a veces es peor el remedio que la enfermedad.

Yo suelo limpiar las brochas de la base de maquillaje a diario (es decir, tras cada uso), y las que utilizo para sombras de ojos las lavo a diario o cada dos días si utilizo unas sombras claras o neutras. También es importante dejarlas secar bien para que no cojan moho, y no es conveniente dejarlas al aire porque en los pelos se deposita el polvo y la suciedad del ambiente.

¿Y vosotros? ¿Tenéis algún truco para limpiar vuestros utensilios de belleza?